El día que bajó el agua había medio metro de fango en los colegios de Picanya. La tarde siguiente a la dana ya había voluntarios limpiando, y así estuvieron durante semanas con militares. Tragsa acudió a los centros entre el 12 y el 18 de noviembre. A día de hoy, queda una tarea de reconstrucción titánica. Es la realidad vivida en todos los centros escolares afectados por la dana: la mayor parte de la limpieza lo hicieron voluntarios, militares y los docentes con su trabajo altruista. La faena de la Administración ha sido la desinfección de centros y, sobre todo, la más acuciante, la vuelta a la normalidad.
Al cierre de esta edición 44.000 estudiantes de 106 centros afectados han vuelto a las aulas. Por otro lado, quedan 9 centros escolares sin abrir, es decir, unos 4.500 alumnos y alumnas que se espera que retornen a clase en las próximas semanas. La semana pasada comenzaron a levantarse las primeras aulas prefabricadas para alumnado de centros muy dañados en Alfafar.
El fango entró en 115 centros escolares. De esos, 13 están declarados como catastróficos, es decir, están hechos polvo. Muchos de ellos se tendrán que derruir, y el resto enfrentan remodelaciones que durarán muchos meses antes de que un niño o niña pueda volver a pisar una de sus clases. Hay muchos ejemplos, pero el CEIP Orba de Alfafar y el IES Berenguer Dalmau son dos que casi seguro acabarán derrocados para levantar uno nuevo, lo que implica (según han estimado a las familias) al menos 3 años de clase en barracones.
El conseller de Educación, José Antonio Rovira, trasladó a la ministra de Educación, Pilar Alegría, que la Generalitat tendrá que invertir 1.135 millones de euros en reparación de infraestructuras, instalación de aulas temporales, equipamiento escolar, transporte, comedor, limpieza o revisión eléctrica y pidió que asumiera la inversión el Gobierno de España.
La reconstrucción
Entre los centros que ya se han limpiado y los catastróficos hay muchos otros centros que, más de un mes después, aún no han abierto. A fecha de la realización de este reportaje había 9 centros y casi 4.500 estudiantes que todavía no habían vuelto a las aulas.
Los motivos son principalmente dos. El primero es que se trata de centros muy dañados, por ejemplo los de Paiporta y Catarroja. El segundo es que la rapidez de la limpieza a dependido pura y exclusivamente del voluntariado y militares. Ante la ausencia de Conselleria, los centros a los que ha acudido más voluntariado han limpiado y abierto antes. Dos ejemplos de presteza son el Ceip La Balaguera y el San Carlos Borromeo de Albal. Entre las paladas de barro de los centros también salían libros, instrumentos musicales y todo tipo de material escolar completamente lleno de fango. Con la mayoría del estudiantado ya en clase, Educación ha comenzado a adelantar ya dinero para que se pueda reponer todo este material, en concreto 250.555 euros para la reposición y renovación de libros de texto y material curricular en 114 centros afectados por la dana (65 de Primaria y 49 de Secundaria). Además de esto, Conselleria prevé aprobar otra resolución extraordinaria para dar cobertura a municipios afectados por la riada.
Según explica el secretario autonómico de Edcucación, Daniel McEvoy, se está realizando un «esfuerzo ingente» y Conselleria sigue trabajando «en la urgencia» de dotar de medios y material a los centros de acogida y plantar los barracones en los colegios que no pueden ser recompuestos en muchos meses. El responsable de Educación afirma que sí que piensan en un plan para la reconstrucción, pero todavía de manera muy incipiente. «Ahora estamos en la urgencia», explica.
Otra solución temporal para los niños afectados han sido las «escuelas de acogida», centros que han abierto sus puertas al alumnado de las escuelas enfangadas por la riada. Estos colegios e IES han tenido que soportar una gran presión de alumnado, hasta el punto de que han tenido que usar las aulas como comedor para algunos niveles, como en la pandemia. Para tratar de aligerar la carga Conselleria adjudicado una plaza docente más en cada uno de los centros de acogida, haciendo un total de doce.
Una de las grandes asignaturas pendientes ahora es la desinfección de los centros para garantizar que son espacios seguros. Debido a la urgencia, alrededor de 70 han abierto limpios, pero sin certificado de desinfección. Los sindicatos reclaman un seguimiento para evitar la aparición de hongos (como ya ha pasado en algún centro ya abierto) y mantener un control durante los primeros meses de vuelta al aula tras la riada.
Problemas en el aula
Otros de los centros más afectados por la riada, al menos en el plano económico, han sido los de Formación Profesional, con material bastante caro en muchos casos. Educación ha comenzado ya a paliarlo con la inyección de casi 80.000 euros para la reposición de productos alimenticios para la cocina del Complejo Educativo de Cheste.
La mayoría de los estudiantes ya han vuelto a las aulas, pero esto no significa que los problemas estén solucionados. En muchos centros lo acuciante ahora es la atención psicológica para el alumnado, según explican fuentes del Stepv, cuyos delegados sindicales han visitado 110 de los 114 centros.
Hay dos casos especialmente relevantes, el más claro es el del CEIP Emili Lluna de Alginet, donde la riada ha dejado daños muy importantes en el gimnasio y el edificio de infantil. Por si fuera poco, este alumnado está muy trastornado emocionalmente por la pérdida de dos alumnos que murieron por la riada. El sindicato urge a prestar servicio psicológico en el centro. Una situación similar sucede en el IES Número 1 de Cheste, que perdió a su director a causa de la dana.
Otros problemas que se están produciendo son con las familias que no afectan las soluciones que plantea conselleria. El caso más sonado es el del IES Berenguer Dalmau de Catarroja, que habrá que derruir, donde se planteó trasladar a las familias a una escuela de acogida de Picassent en horario de tarde, pero se negaron. Actualmente los padres y madres están recogiendo firmas y convocando concentraciones para poder estudiar en barracones en su localidad y en horario de mañanas.
Un día que durará años
Cinco semanas después, las familias de algunos municipios de la zona cero como Catarroja y Paiporta siguen sin volver a las aulas, aunque Conselleria ya ha informado de que se está ultimando el retorno.