Valencia por la reconstrucción

El compromiso de BBVA con familias y empresas valencianas: un apoyo real 

Joan Batalla

De entre las medidas activadas por la entidad, una de las más valoradas han sido las moratorias, junto a la gestión con los seguros o las oficinas móviles

«Lo primero que les dijimos fue: No te preocupes, vamos a solucionarlo. En ese momento, esa tranquilidad valía más que cualquier medida económica», recuerda David Rubio, director de la oficina de BBVA en Paiporta, sobre los días posteriores a la DANA que golpeó Valencia, afectando a miles de familias y empresas.

El 29 de octubre será difícil de olvidar. «Vivimos horas muy tensas hasta comprobar que todos estábamos bien», explica María Ángeles Jiménez, directora del Centro de Banca de Clientes de Valencia Sur de BBVA y responsable de ocho oficinas, seis de ellas ubicadas en la zona cero de la catástrofe. La magnitud del desastre no tardó en hacerse evidente. «Cuando llegué a la oficina el día 31, el agua había alcanzado más de metro y medio. Todo estaba destrozado», añade David. Sin embargo, lo que más le impactó fue la actitud de los clientes: «A pesar de todo, te decían: ‘Estamos vivos, ya saldremos adelante’».

«La gente solo necesitaba que le preguntaras qué necesitas»

María Ángeles Jiménez, directora de CBC

Volver al trabajo no fue sencillo para los empleados de BBVA. Las calles y los negocios que formaban parte de su día a día habían desaparecido bajo el agua y el barro. Sin embargo, la prioridad estaba clara: los clientes. «Sabíamos que teníamos que dejar de lado nuestras emociones y estar cerca de ellos más que nunca», explica María Ángeles Jiménez.

Desde el primer momento, BBVA se movilizó para dar apoyo a las familias y empresas afectadas. Las primeras llamadas buscaban tranquilizar y conocer las necesidades más urgentes. «El primer día, una chica se acercó a mí muy nerviosa porque no podía hacer el ingreso para pagar su préstamo. El cajero no funcionaba y tenía miedo de que le cobraran una demora. Cuando le dije que no se preocupara, me dio las gracias con los ojos vidriosos», recuerda el director de la oficina de BBVA en Paiporta. 

«El módulo prefabricado instalado en Paiporta nos permite estar cerca de nuestros clientes»

David Rubio, director de la oficina en Paiporta

Este tipo de gestos, aparentemente simples, fueron fundamentales en aquellos momentos tan complicados. «La gente solo necesitaba una cara conocida que le preguntara: ¿qué necesitas?», añade la directora del Centro de Banca de Clientes de Valencia Sur de BBVA.

Medidas activadas

Entre las medidas activadas, una de las más valoradas han sido las moratorias, que han permitido a los clientes posponer el pago de préstamos para atender necesidades básicas. También han sido claves las facilidades para la gestión de los seguros y el despliegue de oficinas móviles en las zonas más castigadas. «El módulo prefabricado instalado en Paiporta está perfectamente equipado y nos permite estar cerca de nuestros clientes en el momento que más lo necesitan», explica David Rubio. Lo mismo ocurre con el ofibus en Alfafar, que recibió una cálida acogida por parte de los vecinos. «Había personas que se acercaban únicamente a decirnos: ‘Qué bien que estáis aquí’», detalla María Ángeles Jiménez.

Campaña de donaciones

BBVA también puso en marcha una campaña de donaciones a través de Bizum junto a Cruz Roja, con la que ya se han recaudado más de seis millones de euros, a los que la entidad sumó otros cuatro millones. Este esfuerzo refleja el compromiso del banco no solo con sus clientes, sino también con las comunidades más afectadas.

Una vez retirado el barro, llega el momento de evaluar los daños y hacer frente a las nuevas necesidades. «Estamos contactando con nuestros clientes pymes y empresas para anticiparnos a lo que puedan necesitar y poder gestionar con rapidez cualquier línea ICO habilitada por la dana. Queremos que reanuden su actividad cuanto antes», señala María Ángeles. Ahora, la financiación de la recuperación económica es una prioridad clave, especialmente en sectores que quedaron completamente paralizados por las inundaciones.

Para David, la mayor satisfacción es saber que estás ayudando, muchas veces solo escuchando.  «La gente estaba desbordada y muchas veces no sabía ni por dónde empezar. Tener una cara familiar les devolvía algo de esperanza», asegura el director de la oficina de Paiporta.

Aunque queda mucho trabajo por delante, tanto David como María Ángeles coinciden en que la clave está en mantener el apoyo constante y el optimismo. «A quienes están luchando, les diría: recuperar la fuerza del primer día. Esa energía es clave para salir adelante», dice David. Por su parte, María Ángeles concluye: «Vamos a estar ahí, todo pasará, y volveremos con más fuerza».

En momentos difíciles, estar al lado de las personas marca la diferencia. El compromiso de BBVA con las familias y empresas valencianas es más que una promesa: es un apoyo real en su recuperación.