Vicente Colomer – Secretario del MICOF
Más de 400 farmacias se vieron afectadas por la dana que sacudió la provincia de València el 29 de octubre. Un mes después, el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) marca en más del 98% el grado de operatividad de los servicios farmacéuticos en las zonas afectadas.
¿Cuál es la situación actual del servicio farmacéutico en las zonas afectadas?
Solo nos quedan seis farmacias por poner de nuevo en funcionamiento. Estamos en más del 98% de operatividad en los municipios afectados. El servicio es prácticamente normal.
¿Cómo se ha garantizado la atención sanitaria en el último mes?
La distribución fue llegando a medida que las farmacias iban abriendo, el problema se solucionó muy rápidamente, a los tres días. Detectamos problemas para localizar algunas y desde el Colegio facilitamos información con las farmacias abiertas y los horarios en los que prestaban servicio. Nos afectó a toda la provincia, pero todos los días teníamos reposiciones de medicamentos en las farmacias activas.
En el caso de los tratamientos de las personas con enfermedades crónicas, ¿se ha llevado a cabo alguna actuación especial?
Hay mucha medicación que se puede utilizar fuera de los rangos de conservación durante un periodo corto. En cuanto a los medicamentos hospitalarios, gracias al concierto que hicimos junto con Generalitat y Cruz Roja, llegan a los usuarios a través de las farmacias, incluso domicilios. Lo mismo con los enfermos crónicos. Desde el Colegio creemos que se debería elaborar un protocolo junto con la Conselleria sobre cómo actuar en situaciones catastróficas como esta para poder ayudar a los pacientes crónicos
aún mejor de lo que lo hemos hecho.
Desde el MICOF también se coordina una red de farmacéuticos voluntarios. ¿Cómo ha sido la respuesta en este sentido?
Más de 580 voluntarios realizaron más de mil intervenciones para cubrir las necesidades de cada paciente y las farmacias afectadas. En sus múltiples visitas a las localidades afectadas llevaron a cabo tareas de limpieza, ordenación, clasificación y atención al usuario. Hicieron falta más manos para que el equipo
también pudiera descansar, incluso anímicamente, porque al principio los días eran tan intensos que no paraban ni a comer.
¿Qué tipo de ayudas ha puesto en marcha el Colegio?
La primera fue conseguir que las farmacias pudieran prestar servicio. Para ello, el Colegio hizo una captación de fondos para ayudar a las farmacias damnificadas. También coordinamos el reparto de más de 65 elementos mobiliarios (estanterías, mostradores, mesas de clasificación…) para las farmacias devastadas. A su vez les facilitamos todos los medios informáticos para que pudieran consultar la receta
electrónica y saber qué medicamentos requería cada paciente. Por último, hemos aprobado que los farmacéuticos afectados estén exentos de pagar la cuota colegial durante un tiempo determinado.
Habéis incidido en la importancia de no donar medicamentos. ¿Por qué?
La donación de medicamentos se debe realizar a través de procedimientos normalizados con una custodia profesional desde el principio, para evitar que se estropeen. Cada enfermo necesita un tratamiento pautado por un médico y ese es el medicamento que necesita, no el primero que salga de una bolsa de necesidades. No sabemos si ese medicamento se ha mojado o si ha estado en unas temperaturas extremas. Dar lo que nos sobra, con toda la buena voluntad, generalmente no es lo que se necesita.