La Diputació de València trabaja para paliar los efectos de la dana, especialmente en las áreas de Bomberos, Carreteras y Agua. Ya ha destinado 71 millones de euros a la respuesta inmediata, y se han cerrado unas cuentas para 2025 con la cifra histórica de 780 millones
La Diputació de València está trabajando desde el minuto cero para paliar los efectos de la dana. Lo está haciendo principalmente desde las tres áreas más urgentes: Bomberos, Carreteras y Agua. La corporación provincial ha destinado 71 millones de euros a la respuesta inmediata. Ahora bien, la emergencia requiere una respuesta transversal que también se está articulando desde servicios sociales y asistencia a municipios, entre otros, y que está prevista en los presupuestos de 2025.
Unas cuentas excepcionales con una cifra histórica, 780 millones, para hacer frente a los efectos de la catástrofe. «Ante una emergencia con tan extraordinario impacto desde el punto de vista humano, económico y social, la Diputació de València está poniendo todos los recursos económicos, técnicos y de asesoramiento al servicio de los municipios afectados», asegura el presidente de la institución provincial, Vicent Mompó.
«Ponemos todos los recursos al servicio de los municipios afectados»
Vicent Mompó, presidente de la Diputació de València
Desde las primeras horas del día 29 de octubre, la Diputación dio respuesta a la emergencia. Un total de 420 efectivos del consorcio y las brigadas forestales ha estado en pleno rendimiento durante todo este tiempo no solo durante las inundaciones, sino también posteriormente apuntalando edificios, estabilizando estructuras para evitar derrumbes, eliminando lodo de garajes y ascensores, y limpiando caminos forestales afectados, entre otras tareas.
Precisamente, el consorcio ha aprobado recientemente su presupuesto para 2025, que asciende a 96,6 millones, lo que supone un incremento anual el 2,77%. «Se trata del mayor presupuesto de la historia del consorcio, que permitirá mejorar el servicio que ofrece a los municipios al tiempo que recuperamos la operatividad de instalaciones y recursos tras el paso de la dana», explica Avelino Mascarell, explica el responsable de bomberos.
Actuación en vías no seguras
Otra de las respuestas preventivas la dio el área de Carreteras que dirige la también vicepresidenta segunda, Reme Mazzolari. El mismo día 29 estaba en marcha el plan especial para gestionar las actuaciones en las vías que no fueran seguras. Hasta el mediodía se habían registrado más de un centenar de intervenciones sobre la red provincial, cerrando al tráfico las zonas que podían comprometer la seguridad de los conductores y retirando obstáculos en las propias vías, entre otras actuaciones.
Por lo que se refiere a la actuación urgente posterior, el día 31 de octubre, solo dos días después de la riada, se activó el plan destinado a la reconstrucción de la red provincial de Carreteras dotado con aproximadamente 25 millones, 12 de ellos para puentes.
La Diputación declaró la emergencia de obras y servicios asociados para atender la necesidad de reparar los daños catastróficos. Esto posibilitó adjudicar por vía de urgencia los contratos y así se consiguió que las actuaciones de reparación empezaran la misma semana de la dana y que se lograran en tiempo récord aperturas fundamentales como la conexión de Riba-Roja y Loriguilla con la A-3 el 9 de noviembre o el puente de Buñol el 25 de noviembre, entre otras infraestructuras vitales para municipios y empresas.
«Para la Diputación ha sido prioritario restablecer lo antes posible el tránsito en todas las vías de la red provincial», señala Mazzolari, quien pone de relieve «la colaboración entre instituciones» y «la profesionalidad del equipo técnico de Carreteras, cuyos trabajos de análisis de daños y propuesta de soluciones, ejecutados en tiempo récord, han permitido iniciar el camino de la reconstrucción».

Restablecer el suministro
Junto a la actuación de las áreas de Bomberos y Carreteras, la otra respuesta preferente ha sido la del restablecimiento del agua. De manera inmediata, Egevasa, la empresa de la Diputación que se encarga tanto del agua en boca como de la depuración, movilizó 16 camiones-cisterna y 23 cisternas de agua, entre otras, reparó averías y suministró agua en los pueblos con problemas sin que necesariamente
fueran de su red.
Aparte de los numerosos servicios en distintas poblaciones afectadas, destaca la actuación en Sot de Chera donde la Diputación instaló tres kilómetros de cañería para proveer de agua potable el municipio. Además, también se ha estado controlando la calidad del agua en más de 90 municipios, se han reparado daños en 75 depuradoras y se ha suspendido el cobro del recibo del agua a los usuarios de los municipios afectados.
«La prioridad ha sido que las personas tengan abastecimiento de agua de calidad por cualquier método que tengamos al alcance, mientras se reconstruyen las infraestructuras destruidas por la riada», esgrime la vicepresidenta primera y responsable de Egevasa, Natàlia Enguix.
Más allá de estas repuesta inmediata en las áreas más urgentes, la Diputación viene actuando desde todos los frentes para paliar los efectos de la catástrofe. Gestionó la mejora la cobertura telefónica en distintos municipios como Paiporta, Picanya, Alfafar o Utiel; se ha dotado de material informático a los ayuntamientos; se han blindado las subvenciones para que ningún ayuntamiento ni asociación afectada las pierda; se van a devolver los recibos del IBI y el IAE; se ha ayudado a repartir 18000 kits de abrigo; se ha actuado contra las plagas…
Todo este trabajo requiere la coordinación con el resto de instituciones. En este sentido, ha sido imprescindible la reunión diaria con los alcaldes y alcaldesas de los municipios afectados. Esta colaboración ha sido fundamental para canalizar la información, concretar puntos de entrega de ayuda en los primeros días y para poder ir tomando las medidas que las poblaciones necesitan. «Ahora más que nunca, la Diputación está al lado de los municipios, nos reunimos con ellos y los visitamos para trabajar codo con codo», subraya el presidente de la corporación provincial.
En la misma línea, recalca Vicent Mompó, «la Diputación está centrada y volcada en dar respuesta a las necesidades que ha provocado esta tragedia, el presupuesto de 2025 está pensado para ayudar a los damnificados y reconstruir los pueblos». Las cuentas de la Diputación para el año que viene se han aprobado sin ningún voto en contra, con el apoyo de todos los grupos políticos a excepción de Compromís, que se ha abstenido.
Para Mompó, «estar a la altura de las valencianas y de los valencianos significa actuar con diligencia, voluntad y firmeza porque el futuro que deseamos depende, en gran medida, de decisiones como la aprobación del presupuesto». «Redignificar la política es, precisamente, no fallar a la sociedad valenciana. Es hacer uso de nuestro lema más emblemático: trabajar colze a colze en els ajuntaments. Saldremos adelante poniendo a su disposición todos nuestros recursos, esfuerzos y dedicación», concluye Mompó.


