La dana del 29 de octubre y la barrancada y riada posteriores dejaron en estado crítico la movilidad en el área metropolitana de València en su versión más extendida hasta las comarcas de la Hoya de Buñol, Requena-Utiel y la Ribera. Un total de 160 kilómetros de carreteras afectados por las devastadoras lluvias. Las líneas de Cercanías interrumpidas, con 222,3 kilómetros sin servicio. Yla línea de alta velocidad València-Madrid interrumpida por la grave afección a 5 kilómetros del AVE en dos túneles ubicados en Cheste y Torrent.
Una situación que provocó un caos circulatorio cada día en el área metropolitana de València en los días y semanas posteriores a la dana . Agravado por la ausencia de transporte público que convertía las horas punta en un infierno. Y que trayectos que en circunstancias habituales podían realizarse en veinte, treinta o cuarenta minutos se prolongaran a las dos horas o más.
Casi cuarenta días después únicamente queda por recuperar completamente el servicio ferroviario de la red de Cercanías en la C1 (Gandia), C2 (Xàtiva-Moixent) y C3 (Utiel-Buñol), que desde el 14 de noviembre se presta de forma mixta: trenes hasta Silla o Alzira y después autobuses hasta València. Desde Utiel y Buñol el trayecto también se realiza en autobús.
Pero en las carreteras el servicio se ha recuperado por completo. En el caso del baipás en tiempo récord, tras construir una variante de 550 metros de longitud para bordear los puentes colapsados sobre el barranco del Poyo. Los trayectos en la línea de alta velocidad también se han recuperado desde el 14 de noviembre.
Una reconstrucción que ha sido posible gracias a los 370 millones de euros destinados por el Ministerio de Transportes y Movilidad sostenibles, que dirige el ministro Óscar Puente, para recuperar la movilidad en el área metropolitana de València tras los estragos causados por las fuertes lluvias y posteriores barrancadas y riadas del 29 de octubre.
Limpieza y retirada de vehículos
Tras la dana los trabajos se iniciaron con las tareas de limpieza, reparación y reposición de elementos de la V-31 (la pista de Silla), la V-30 y la A-3. Estas tres autovías fueron las que soportaron todo el tráfico de acceso y salida de la ciudad de València desde el sur y el este hasta que se pudo reparar el viaducto del baipás colapsado.
La circunvalación de València se reabrió en tiempo récord. El 14 de noviembre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través de la dirección general de Carreteras, puso en servicio el desvío provisional de la A-7, a la altura de Quart de Poblet, que permitió recuperar la conexión con la A-3 y mejorar la movilidad metropolitana al reactivarse la funcionalidad del baipás de València por el que circulan unos 100.000 vehículos de media al día.
Esta minivariante está dotada de dos calzadas, una para cada sentido de circulación, con tres carriles de 3,50 metros de ancho, arcén interior de 1 m y exterior de 1,50 m y desde su puesta en servicio tiene la velocidad limitada a 60 km/h en sus 550 metros de longitud.
En su construcción se utilizaron «250 marcos de hormigón como base para facilitar el drenaje (que resistió en la segunda dana que se registró el 13 d noviembre), 1.320 toneladas de hormigón, 110.000 toneladas de relleno, 10.000 toneladas de zahorra artificial, 8.500 toneladas de aglomerado para constituir las capas de firme, 600 m de barreras de contención de vehículos (bionda) y 1.400 m de barreras de hormigón tipo New Jersey».
Además, el 23 de noviembre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ya había logrado restituir el tráfico en todas las carreteras de titularidad estatal dañadas por la dana tras la apertura de los dos últimos dos kilómetros de la N-322 en El Pontón de Requena, el último tramo que quedaba por reparar en la red de carreteras.
De esta manera, en apenas 25 días, se lograron recuperar los 160 km afectados por las devastadoras lluvias, «contribuyendo a mejorar la movilidad viaria en la provincia de València. Un verdadero reto en el que se ha trabajado día y noche con más de 500 personas y 250 máquinas movilizadas», destacaron desde el Ministerio de Transportes.
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La línea de alta velocidad València-Madrid también recuperó la circulación el 14 de noviembre, tras una inversión de 16,3 millones de euros para reparar los daños en los túneles de Chiva y Torrent, así como actuaciones en zonas puntuales. Estos trabajos permitieron recuperar el servicio de los 149 km de vía de alta velocidad que quedaron inutilizados tras la dana.
Más trabajo ha costado recuperar las líneas de Cercanías C1, C2 y C3 de Cercanías de València. Para ello el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha movilizado una inversión extraordinaria de 184,6 millones de euros para reparar y reconstruir las infraestructuras ferroviarias de València dañadas por la inundación que incluye la reparación de vías, estaciones, plataforma, señalización, comunicaciones…
Unos trabajos que se ejecutan desde el primer momento a tres turnos (día y noche) y que permitieron recuperar en las primeras semanas 226,3 km de las vías de Cercanías de las líneas C1, C2, C5 y C6. En las líneas desde Gandia y Xàtiva-Moixent, el trayecto hasta València se realiza en autobuses desde Silla y Alzira. La empresa pública Adif continúa con los trabajos para completar la reconstrucción de los 122 km de la C1, C2 y C3 que siguen en obras para que estén totalmente operativas antes de Navidad, en el caso de la C1 y la C2, y parcialmente, hasta Aldaia, en el de la C3.
Las inversiones destinadas a las líneas C1 y C2 de València superan los 54 millones de euros y se concentrarán los trabajos en la reconstrucción de los tramos Silla-València y Alzira-València. Sobre todo entre Massanassa y Catarroja y en Algemesí, los más afectados por la barrancada y la riada.
Según explican desde el Ministerio de Transportes, a través de Adif, «entre València Font de Sant Lluís y Alfafar se han repuesto las tres vías y se está bateando el balasto y soldando los nuevos carriles». Y entre Massanassa y Catarroja «se realiza el montaje de la vía 2, con la vía 1 ya montada, y continúa la limpieza de apoyos en el puente del barranco del Poyo, además de otras actuaciones de limpieza y desescombro». En la estación de Algemesí continúa la reposición de las vías generales y la limpieza de una vía de apartado; y entre Algemesí y Alzira, se extiende y acondiciona el balasto para el montaje de la vía 2.
Mención aparte merece la línea C3, la más afectada que necesitará cerca de 81 millones de euros para poder reabrirla, según indican desde el Ministerio de Transportes. Se ha priorizado el tramo Aldaia-Xirivella, que está previsto reabrir el 22 de diciembre, donde «continúa el extendido y acondicionamiento de balasto, así como el montaje de vía». Además de reconstruir la C3, Adif también acometerá la electrificación, tal como estaba previsto.
Para ejecutar estos trabajos, Adif moviliza diariamente «más de 300 personas y numerosa maquinaria especializada, actuando en todos los elementos de la red ferroviaria: desde la infraestructura (plataforma, terraplenes, trincheras, puentes, etc.) hasta la vía (carril, aparatos de vía, balasto, traviesas), pasando por las instalaciones de electrificación y las de señalización y control del tráfico».
Adif también ha inspeccionado puentes y otras estructuras, «para asegurar su plena operativa y seguridad, a las que se han destinado 1,7 millones de euros». Unas inspecciones, que continúan en marcha, y han permitido detectar hasta el momento tres puentes de la línea València-Utiel que será necesario reconstruir, con un coste estimado de 27 millones: el puente del Barranco Grande y los dos sobre la rambla de Cheste.